Hoy menos celebrado el
"Día Internacional del Libro" y para conmemorar este día hemos realizado distintas actividades.
Hemos participado en las actividades programadas a nivel de Centro
realizando un marcapáginas y asistiendo a la feria del libro organizada
por el AMPA. Había muchos libros y en compañía de nuestras familias
hemos podido comprar los que más nos han gustado.
Nuestro separador o marcapáginas se lo hemos dedicado a nuestra mascota, Pelícano.
Como siempre, nos acompaña en todas nuestras aventuras.
Lo hemos coloreado libremente y le hemos picado la alita.
Coincidiendo este año la conmemoración del Centenario del legendario libro,
Platero y yo, del maravilloso poeta Juan Ramón Jiménez, hemos decidido dedicar este día a trabajar dicha obra.
Por una parte, la seño nos ha leído una preciosa adaptación de "Platero y yo": "Mi primer Platero" adaptado por Concha López Narváez e ilustrado por Ximena Maier. Editorial Anaya. Nos ha encantado. Es un libro precioso, muy tierno y sus ilustraciones son maravillosas.
Tras la lectura, y el diálogo de la misma, hemos realizado una ficha en la que hemos representado el título del libro. Primero hemos coloreado a Platero, después hemos dibujado nuestro cuerpo a partir de una foto de carnet. Nos hemos reído mucho además de trabajar el esquema corporal. Por último hemos decorado toda la imagen con troquelados, lana y gomets.
Nos han quedado bastante graciosos y los vamos a exponer en nuestra clase.
También hemos adaptado un juego tradicional a nuestra temática sobre "Platero y yo".
Hemos jugado a ponerle las orejas y el rabo a Platero.
La actividad del burrito la conocímos gracias Petritoinfantil.blogspot.com
Con esta actividad pretendíamos, además de divertirnos mucho, trabajar la orientación espacial y fomentar la confianza de los alumnos.
Para ello necesitabamos un burrito - gracias maestro Elías por regalarnos el más bonito - un antifaz, para no ver nada de nada y unos estupendos compañeros que se encargarían de guiarnos para conseguir nuestro objetivo.
Nos hemos divertido muchísimo. Aunque tenemos que reconocer que nos ha costado bastante colocar correctamente las orejas y el rabito. No ha sido fácil. Las caritas al descubrir el resultado eran graciosísimas y de enorme sorpresa al ver que no acertaban a colocar las cosas en su lugar. ¡Menudas risas! Pero como Platero se quedará con nosotros, hasta final de curso, seguro que pronto conseguiremos poner las orejitas y el rabo en su sitio.